13/04/2014
Jezabel Pintura: Dali
Mi
abuela cuenta que en nuestra pequeña ciudad de provincias (allá por mil
novecientos y pocos) había una mujer que encarnaba la rebeldía de las jóvenes
de su generación. Se llamaba Jezabel, no era preciosa en el sentido corriente
de la palabra, pero su porte, su energía, sus ojos, irradiaban encanto. No
podías dejar de mirarla sin admirarla. Sus actos dominantes y a veces
inflexibles, casi siempre le eran perdonados.