viernes, 28 de febrero de 2014

CUENTOS DE CINE: La ciudad frente a mí


19/02/2014

La ciudad frente a mí

Emilia había dejado a su novio de todo la vida y por indicación de su madre se había prometido al hijo de los Martínez-Carrión, nobles de vieja cuna, y el terrateniente más importante de la comarca. El antiguo novio, Antonio, miró desde el otro lado de la acera la iglesia y la salida de la novia, y le deseó buena suerte.

Emilia nunca olvidó aquella aciaga noche de bodas, cuando su marido Alfredo Martínez-Carrión, le dijo impotente ante las lágrimas de su mujer:

domingo, 23 de febrero de 2014

CUENTOS DE CINE: Dulce pájaro de juventud

13/02/2014                                                                                                           

Dulce pájaro de juventud

Erase un hombre apodado "Hermoso" que habiendo despertado con un beso a la "Bella durmiente", el padre de ella, un maligno "Ogro", se opuso a que se casaran hasta que él no tuviese un reino. Así mismo había un "Hada" que habiéndosele roto la varita mágica había renunciado a recomponerla. Los dos se encontraron en el camino y se contaron sus desdichas, ella le prometió que si le ayudaba le conseguiría un reino, sólo tenía que reparar su varita mágica.

sábado, 15 de febrero de 2014

CUENTOS DE CINE: El largo y cálido verano


5/02/2014                                                       


El largo y cálido verano

Erase un reino que había sido conquistado por un reyezuelo que tenía a sus nuevos súbditos aún atemorizados; les ponía unos impuestos abusivos que con grandes esfuerzos podían pagar. El reyezuelo tenía dos hijos, Iván, el primogénito estaba casado con una princesa muy hermosa que no le había dado ningún hijo hasta el momento. La otra hija, Elvira, ya en edad de casar, pasaba más horas en casa del príncipe Elías, destronado, que en palacio.

martes, 4 de febrero de 2014

CUENTOS DE CINE: Dr. Arrwsmith


3/02/2014                                                                                                    

El doctor Arrwsmith.

Había un hombre muy sabio a los que todos los habitantes del pueblo pedían consejo antes de comenzar alguna tarea. Un día se presentó en casa del sabio un joven del pueblo que decía estar muy bien dispuesto a aprender y ayudar a los demás, pidiéndole que le permitiese ser su sirviente y así pagaría lo que aprendiese junto a él. El sabio aconsejó al joven que la sabiduría no se consigue únicamente con mirar, que hay que dar. Y por último le dijo.