martes, 8 de abril de 2014

CUENTOS DE CINE: Caravana de mujeres


22/03/2014

Caravana de mujeres (1951)

 

18 de marzo de 2011
Pintura: Braque
Me han contratado para que lleve un grupo de mujeres y niños a través del desierto. Me lo han confiado aquí en P.; la razón principal es mi conocimiento del norte de África adquirido cuando fui militar y aumentado al formar parte del equipo organizador de varios de los últimos ralis por esa zona, hasta que la inseguridad ha impedido seguir estas rutas africanas. Me pagan muy bien, pero los riesgos son muchos ya que la política y la religión lo inundan todo.

20 de marzo de 2011

Mañana cogeré el avión para M. Me llevó algunos colaboradores conmigo: Pierre, un buen conductor y mecánico, Pepe, Louis y Ferdinand como conductores. Allí me encontraré con el doctor Modibo, que es quien me ha contratado en nombre de cien subsaharianos que quieren que lleve a sus familiares a Europa. Mi misión es dejarlos en el puesto fronterizo más cercano, donde los derechos humanos se apliquen con ciertas garantías, para ello estarán esperando dos miembros de una ONG a los que el doctor Modibo tiene contactados.

21 de marzo de 2011

Me encuentro en la capital de M., nos esperaba el doctor Modibo. Ya en el hotel me he puesto en contacto telefónico con Moussa, antiguo compañero de armas cuando los dos éramos jóvenes y legionarios. No quiero ponerme méritos, pero ascendí rápidamente en el escalafón militar por mi capacidad de mando y organización. Me consideraban un hombre "duro". Moussa, no llegó más allá de sargento, aunque competente su color fue un obstáculo para su ascenso. Actualmente trabaja para la seguridad de un hotel de una cadena americana en la ciudad. Es un hombre fiel y espero que acepte trabajar en mi equipo.

23 de marzo de 2011

Nos hemos dirigido el doctor Modibo, Moussa y yo a una aldea que dista unos quinientos kilómetros  de la capital. Hemos salido con un todo terreno, por carreteras y caminos llenos de polvo. La aldea tiene unos pequeños rebaños de cabras; antes era más grande, pero ahora la sequía que dura cinco años, lo ha empequeñecido todo. La falta de agua está afectando a la agricultura y al pienso para el ganado. Hubo una época en que esta aldea era conocida por sus quesos, también era lugar de paso entre el sur y el norte, es decir que tenía un pequeño comercio alrededor del mercado semanal, donde venían a comprar ganado, comprar simientes, queso, tintes (que se extraían de unas rocas cercanas) y se cambiaban dátiles y otros frutos. Los hombres eran conocidos por la calidad de los ladrillos de adobe que elaboraban con la arcilla de estas tierras y la laboriosidad de su cerámica. E incluso sus mujeres estaban reconocidas como muy buenas tejedoras con sus primitivos telares. Ahora todo es miseria, los hombres se han ido a Europa, el dinero que llega es producto de la emigración; los campos ya no se trabajan. En la aldea quedan mujeres, niños y ancianos, y algún que otro enfermo. Como decía la guerra y la emigración a diezmado a los hombres.

24 de marzo de 2011

Han llegado Pierre, Louis, Ferdinand y Pepe, además de tres hombres de confianza de Moussa. Los hombres han traído tres camiones y un todo terreno con ametralladora incorporada. Por mediación de Moussa hemos conseguido cinco pistolas, dos M-14 y tres kalasnikov y mucha munición. Llevamos depósitos de agua que entre todos deben sumar 500 litros, así como 240 litros de diesel; víveres para unos 20 días, 100 mantas, ropa de abrigo, y algún ganado que nos proporciona la aldea.

El doctor Modibo ha reunido a los habitantes de la aldea, les ha comunicado lo que ya sabían que sus familiares, maridos y prometidos y amigos les pagan el traslado a Europa, que el viaje está previsto para un máximo de 25 días, pero la dificultad mayor no es entrar, cuestión nada fácil, pero posible y una vez dentro serían los contactos los que entrarían en acción. La dificultad realmente grande es llegar hasta la frontera de algún territorio europeo.

El doctor Modibo me concede la palabra y me traduce. Les digo la verdad, de las 138 personas que han sido reclamadas en el mejor de los casos tendremos entre 8 a 10 bajas -en el peor ni lo cuento-; que logren entran a la primera intentona no garantizo que sea más de la mitad de los que lleguen a la frontera e incluso pudiera suceder que estén años esperando esa oportunidad; pasando hambre, frio y miseria en la espera. Pongo mis reglas no me llevaré a menores de 12 años ni permitiré durante la travesía relaciones de pareja. Eso lo hago extensivo a mis hombres y a mí.

Después paso a la logística, donde hay siete mujeres y un menor que saben conducir, hemos quedado en que se harán prácticas inmediatamente en las pausas de la ruta. Tenemos cinco adolescentes y tres mujeres que saben usar armas, no me gusta, pero haremos prácticas de tiro en cuanto haya una oportunidad. Les he dicho que preparen lo imprescindible para el viaje al que partiremos mañana. No deben llevar ningún documento que los identifique ya que podrían ser repatriados, de todas formas aunque M. tiene convenios con la mayor parte de países europeos, a nuestro favor tenemos que su aplicación es larga y en la mayoría de los casos impracticable.

La comida será preferentemente de cereales. El doctor Modibo lleva pastillas para el escorbuto y un botiquín de primeros auxilios. Como he dicho mañana partiremos.

25 de marzo de 2011

Hoy hemos hecho una jornada de 200 kilómetros había que aprovechar el día. El ambiente es muy bueno, la gente se ha acomodada en los camiones sin protestar -con alguna que otra cabra- y han aceptado las incomodidades con buen espíritu. Hay que decir que puede parecer una ventaja que se conozcan, pero el exceso de familiaridad también puede ser fuente de disputas. Empiezo a conocer algunos miembros de la aldea por sus nombres. Mayani es una mujer entregada a sus compañeras y compañeros, y muy diligente. Por otro lado empiezo a pensar que voy a tener problemas con Pepe, está coqueteando con una joven, creo que se llama Yamone. Voy a ver si me contagio del optimismo del ambiente ya que se han pasado la travesía cantando y dando palmas.

28 de marzo de 2011

Hoy hemos tenido una mala señal; aún estamos en M. y a 700 kilómetros de la costa. En la carretera nos ha parado un control bereber apostado en un furgoneta, eran tres hombres que únicamente nos han dado el alto y nos han preguntado a dónde íbamos. Supongo que no han intentado nada dado su escasa fuerza. Pero todo mi equipo está de acuerdo que cuando reúnan más fuerzas intentarán el ataque; la carretera es muy larga y nos tienen bajo control.

30 de marzo de 2011

Es un día aciago. Nos ha ocurrido lo peor que nos podían suceder. El todoterreno de Ferdinand en el que iba éste, un adolescente y dos hombres de Moussa, ha chocado con una mina y han muerto Ferdinand y el joven. Los hombres de Moussa no parece que tengan heridas graves, pero el vehículo ha quedado inservible. Han venido a ayudarnos  unos lugareños cercanos a un pueblo bereber de las montañas. Enterrados los muertos he dado la orden de seguir con la ruta. Pero esto no ha sido lo único notable, ya de noche nos ha parado una mujer que pedía asilo a la caravana. Dice que está en peligro de muerte, de ser lapidada, por estar acusada de adulterio y haber yacido con un hombre siendo viuda. La mujer se llama Jahisala, está asustada y con razón. Le digo que no podemos hacer nada en cuestiones de honor y religión entre familias; nosotros tenemos una misión que cumplir. El doctor Modibo intercede por la mujer, me dice que si no la ayudamos está muerta. Soy tajante, pero Modibo insiste. Se me ocurre la idea de volver con el todoterreno que nos queda hasta donde hemos enterrado a los dos hombres y sacar al más joven y con las ropas de Jahisala dejarlo en el desierto; los buitres harán el resto. Creo que los lugareños ni se van a acercar ya que lo consideraran un castigo muy merecido.

31 de marzo de 2011

Viendo que las cosas se van poniendo feas nos han dejado: Pepe y la chica, Louis, y los hombres de Moussa. Los camiones son llevados por mujeres. Me he portado duramente con ellas, pero en mi interior no puedo negar que admiro su decisión y coraje -lo que son capaces de hacer por sus familias-. Hemos estado practicando el tiro con unas 20 voluntarias que formaran el grupo de defensa con Moussa, Pierre y yo. Debo decir que Jahisala se ha mostrado como una mujer decidida, da la sensación que ha perdido el miedo, y forma parte del grupo de autodefensa.

Ya solos el doctor Modibo, abatido me comenta que quizás lo sensato sería que nos volviéramos al punto de partida -aún estamos a tiempo- dice. Le contesto: -Tengo un contrato por el que se me paga, problemas ya sabíamos que iba haber; y si tan convencido estás pregunta a estas familias que lo han dejado todo-.

2 de abril de 2011

Ya divisamos las últimas montañas antes de llegar al desierto. He enviado a Pierre y a Moussa a un montículo donde se divisa la llanura antes de llegar a las montañas. Me han dicho que han visto mucha actividad de todoterrenos artillados y otro tipo de vehículos junto al paso del norte. He decidido que avanzaremos dando un rodeo previo hacia el este - que nos retrasará un día-. Nos pondremos en marcha haciendo el menor ruido por la noche. Hay un puerto que habrá que subirlo en silencio y empujando los camiones.

Desde la explanada del oeste nos llegan sonidos de música. Lo que quiere decir que no nos esperan esta noche. Todos a pie hemos subido, empujando, uno a uno los camiones. La desgracia es que un camión ha perdido la estabilidad, y ha volcado. No podemos levantarlo ni moverlo más, corremos el riesgo de que se deslice barranco abajo y pueda producir ruido e incluso que se incendie. Lo hemos tenido que abandonar  con 125 litros de agua y 50 litros de diesel. Y nos queda el paso del desierto.

Hemos acomodado a todo el personal en dos camiones, nos hemos despojado de lo imprescindible. Me he puesto muy duro, ya que por "imprescindible" todo el mundo cree tener una opinión.

Estamos en el desierto que comparten M. y A. Vamos muy despacio. Los camiones se hunden en la arena. Hay que estar aquí y ver a estas mujeres empujando, mientras los niños colocan maderas bajo las ruedas. Parece mentira con la que está cayendo que estemos de fiesta. Una mujer se ha puesto de parto, asistida por el doctor Modibo y Mayane. Es una niña -es preciosa- debo de admitirlo. Por la noche está haciendo mucho frio, por ahora no hay escases de alimentos, aunque el agua muy racionada empieza a notarse, he prohibido el lavarse a menos que encontremos algún pequeño oasis que no conste en los mapas oficiales -hay que evitar sorpresas-.

6 de abril de 2011

En estos últimos días hemos superado el desierto, pero no podemos avanzar nada ya que ha llovido mucho y todo está embarrado. Les he dado un día de descanso. Se ha formado una pequeña laguna en una hondonada que han aprovechado para bañarse y jugar -qué manía con la limpieza y la fiesta. Debemos esperar un día -aquí el suelo se seca con mucha rapidez-. Mañana volveremos a ponernos en marcha.

9 de abril de 2011

Cuando parecía que ya enfilábamos la costa, al intentar pasar el río N. nos han disparado un grupo de unos 15 individuos. Tenemos cinco muertos, entre ellos Pierre, que rechazando el ataque se ha expuesto mucho. Hay varias mujeres con heridas leves entre ellas Jahisala. Estas pérdidas han aumentado si cabe la determinación de la caravana. No nos van a parar.

10 de abril de 2011

Hemos abandonado los camiones, no debemos llamar la atención. Nos movemos a pie y los traslados importantes los hacemos únicamente con el todoterreno. Estamos en un pueblecito de pescadores, que alquilan sus barcas o cayucos para pasar al otro lado. El otro lado es una isla con bandera de un país europeo; con buen tiempo podemos pisar suelo europeo en 10 horas. Al verlos en la playa se me saltan las lágrimas, ya no tienen nada más que su ropa. Los veo subir a las barcas, tan frágiles las personas y las embarcaciones. Les deseo una a una y uno a uno mucha suerte. Me abrazo al doctor Modibo, a Moussa, a Mayane y  a Jahisala (al tocarla me he estremecido, hace tanto tiempo que no abrazo a una mujer hermosa).

 

12 de abril de 2011

Estoy en la habitación del hotel y estoy viendo las noticias. La periodista en directo informa que han rescatado a 115 personas de origen subsahariano, la mayoría mujeres, que se encontraban en tres embarcaciones que han estado perdidas en el mar durante 20 horas. Mientras pisan el muelle envueltas y envueltos en las mantas de emergencia, empiezo a reconocer las caras y se me saltan las lágrimas -ahí están mis heroínas y mis héroes-. Después hablan de desaparecidos y ahogados, de que una madre lleva una recién nacida... de insolación e hipotermia... de hambre y sed...

 

20 de abril de 2011

Estoy en P. me he negado a recibir mi parte del contrato. No puedo contener las lágrimas. Hay mucha alegría en estas lágrimas, pero también lloran por la muerte del doctor Modibo que según me ha contado Moussa murió al salvar a una niña que se cayó de la barca con otras cinco personas que no tuvieron la misma suerte; murió de agotamiento. Me ha escrito Jahisala; está retenida, pero pronto le dejaran salir, hasta que se decida sobre su situación de extranjera.

2 comentarios:

  1. El relato está inspirado en "Caravana de Mujeres" de 1951 dirigida por William Wellmar. Es una película que pese a ser del Oeste tiene una temática que todos reconocemos sea por la prensa o la tele. Hacer un relato que mantenga los parámetros imprescindibles para mantener la estructura de la historia, no es fácil, sin repetirla. Hay que saber separar las "constantes" que establecen el tipo de historia, y las variables que introduzco yo para hacer el nuevo relato. Hay paralelismos pero en ésta historia es ´más difícil de localizar.

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  2. Carlos me ha parecido muy interesante y no se si podrás ver mi comentario
    Te escribiré a tu correo por si no sube
    Un abrazo
    Leo

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se agradecen tus comentarios