lunes, 14 de marzo de 2016

LA CONFUSIÓN

                                              La confusión

Cruzo la ancha carretera pendiente de que no me atropelle ningún coche, casi todos doblan hacia la derecha por la calle S'Agaro, entran en Barcelona por la avenida Meridiana, los vehículos que temo son los que tiran recto por la calle Playa de Aro y los de la izquierda, que hacen el giro, observo con los ojos abiertos como platos si ponen el intermitente a la vez que vigilo mis pies que no tropiecen.

Una señora me observa es morena regordeta bajita de unos 30 años, sus ojos son oscuros escondidos tras unos lentes y sus cabellos largos y sedosos, viste unos pantalones ajustados, me dice algo pero no lo entiendo ya que no oigo bien y yo estoy pendiente de no morir accidentado. Una vez a salvo al otro lado de la acera atiendo su llamada.

-¿Me puede ayudar para coger el metro?, me extraña porque no se le ve con aspecto de persona necesitada pero uno nunca sabe, no tengo costumbre de dar limosna solo doy para los míos,  con lo que cobro, no llego a fin de mes y cualquier día me embargan.  Atrás quedaron los años en el que me preocupaba la salvación de mi alma , era generoso con mis semejantes, pero eso eran otros tiempos, además yo cuando puedo me cuelo en el metro, así que le digo educadamente que no tengo.

- Perdón me he expresado mal, me sonrie avergonzada por lo que yo  pienso.

-¿Quería saber dónde está la parada de metro más cercana?

Le señalo primero con la vista y luego con el dedo índice la dirección que debe tomar acompaño la información que sale de mi voz y con una tímida sonrisa.

-Es hacia arriba contesto, no tiene pérdida ya verás la parada de Trinitat Nova en aquel parque, son 2 minutos caminando .

-Muchas gracias

- De nada

 Jose Cirujeda 14 de marzo del 2016

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